Control del flujo

  • Si la subred no es confiable, el mandador tiene que almacenar los TPDUs mandados, como en el nivel de enlace. El recibidor puede decidir cuánto espacio en buffers quiere dedicar a sus conexiones, porque sabe si no acepta un paquete el mandador lo reenviará.
  • En el caso de tráfico de bajo ancho de banda y en ráfagas, es mejor que se dedican los buffers dinámicamente. Pero con flujos constantes de alto ancho de banda, es mejor si el recibidor reserva una ventana completa de buffers para permitir la velocidad máxima de datos.
  • La asignación dinámica de buffers corresponde al uso de ventanas de tamaños variables. El mandador pide algún número de buffers, y el recibidor contesta con el número disponible. Durante la conexión el recibidor puede cambiar este número. Para evitar bloqueos indefinidos debido a acuses de recibo perdidos, los hosts deben intercambiar a veces paquetes de control con los estados de los buffers.
  • El mandador también tiene que controlar el tamaño de la ventana teniendo en cuenta la capacidad de la subred. Si la subred puede manejar c TPDUs/seg y el tiempo para mandar un paquete y recibir su acuse es r, la ventana debiera tener un tamaño de cr. Con este tamaño la conexión normalmente está llena. El mandador puede medir y monitorear estos parámetros.
   
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